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Cuando alguien entra en tu vida, no viene con garantía de fábrica que diga que si se te rompe en los próximos dos años, te devuelven lo invertido en el producto. Igual ocurre con las amistades... ¿Quién nos asegura que esa persona en la que tanto confiamos no va a darnos una puñalada por la espalda? Arriesgamos mucho al conocer a alguien y decidir que queremos que forme parte de nuestras vidas. No hay garantías de que vaya a salir bien. Es cuestión de tiempo y confianza. Pero, aun así, nada nos asegura que en el futuro no pueda romperse todo. Amaremos porque, aunque el amor no sea lo que todos imaginamos, y aunque no sea lo único que hay en esta vida, sí que es cierto que sin amor jamás podremos conocer la felicidad completa. Recuerda que... la felicidad completa no es constante ni permanente, pero, sólo con que dure un rato, ya habrá merecido la pena.